Un tiempo atrás estuve paseando por el Raval de Barcelona cuando entré en una librería a escudriñar las estanterías. Mientras deambulaba por ellas mirando portadas, cogiendo algún que otro libro para mirar la sinopsis de la página trasera y devolverlo a su sitio, llegó un punto en el tercer piso en el que la magnífica portada de este libro me golpeó directamente a los ojos. El libro decidió llamarme la atención y yo me dejé sucumbir a él. Al sujetar el libro editado por Roca Editorial, me pareció tremendamente llamativa la portada de edición limitada con el estilo de los pósters comunistas rusos o chinos. Ésto me hizo girar y leer la sinopsis la cual me acabó de convencer por las buenas críticas de The Guardian y por la frase:
Y es que de eso tratan las mejores novelas de ciencia ficción. Son un espejo de nuestra sociedad que, al igual que Alicia, van al otro lado del espejo para reflejarnos a nosotros mismos. Y esta novela lo hace de tal forma que nos refleja los más oscuros y perturbadores problemas, de una forma sutil y caprichosa, dejándonos caer con cuentagotas la información para que nos veamos a nosotros mismos y nuestros problemas. Todo eso con la suavidad de dejamos llevar por la narrativa poderosa de la novela.
Y esa es la magia de Naomi Alderman en El Poder. Su novela me electrificó desde el primer momento dejándome pegado al hilo conductor de las cuatro protagonistas que mediante historias separadas nos van retratando un futuro tan actual que da miedo. Miedo de vernos reflejados en él. Miedo de ver cómo actúa el poder. Y es ahí donde reside la otra gran sutileza de este libro. Quizás una de las mayores reticencias de muchos es que la palabra feminista se lee demasiado cuando se habla de este libro. Y está claro que el feminismo es un hilo conductor parte importante de este futuro y pasado que Noemi Alderman nos presenta, pero si tan solo fuera eso, no sería ni la mitad de increíble de lo que realmente és.
A pesar de que empieza con historias inconexas de personas separadas, el libro nos va retratando un mundo como el actual donde las mujeres descubren un poder especial con la electricidad. Como si de golpe las mujeres consiguieran el poder de las anguilas y su capacidad de manejar la electricidad. Y como ése poder hace cambiar a «el poder».
No deja de ser sorprendente cómo se traspasa sutilmente la narrativa de la novela de una historia sobre unas mujeres, al descubrimiento propio del poder de cambiar el mundo y el traspaso del miedo de unas a otros. Siendo finalmente una de las mejores y más impresionantes novelas sobre el concepto del poder y cómo éste puede llegar a corromper al ser humano. En este punto es cuando el género se deja de lado como concepto y se consigue cerrar el libro como si de un análisis sobre el poder y la condición humana se tratase. En ese proceso de introspección de la sociedad actual donde podemos analizar patrones y comportamientos basados en el poder así como las formas que el poder tiene de asumirse y descontrolarse.
Es por eso que en su conjunto me parece una novela redonda. Una narración de ciencia ficción sutil basada en el género y la problemática que el poder consigue arraigar en el ser humano. Te atrapa desde el inicio hasta el final esperando en todo momento la conexión y cuando se conecta es cuando te deja mareado con las neuronas trabajando a toda potencia. Muy recomendable.
«Como la mejor novela de ciencia ficción, esta distopía feminista te pone ante el espejo del aquí y ahora.» Mail on Sunday»
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