Todos los inversores quieren saber cuál será el próximo negocio de éxito. Y en este post hablaré de la apuesta de Silicon Valley a Bowery Farming. La próxima gran industria millonaria será la de fabricas de vegetales. Vertical Farming lo llaman.
Puede que haya dicho el negocio del futuro, pero en realidad será toda una revolución de un sector de producción alimentaria y que creará toda una industria asociada. Aunque esto ya se estudiaba en las escuelas de ingeniería industrial hace 20 años se empieza a estar en el punto de balance entre la capacidad tecnológica y la viabilidad económica con un futuro prometedor.
El problema
A medida que el calentamiento global está haciendo estragos en las zonas de producción agrícola estamos viendo varios problemas a futuro como que la producción agraria está produciendo cada vez menos. Cientos de miles de hectáreas producen una cantidad de comida vegetal que no es siempre constante y no es siempre controlable. Algo que no se puede eliminar por completo en una fábrica de alimentos, pero la meteorología afecta casi nada en la agricultura vertical.
Añadido a esto nos encontramos con problemas de producción por zonas, como el vino o el café que tienen que desplazarse para producir su producto, ya que las condiciones climatológicas adecuadas están empujando las zonas de producción cada vez a más altura. Algo que describen muy bien en este vídeo.
Sostenibilidad
A medida que las zonas de producción se alejan de las ciudades y las ciudades concentran cada vez más población cabe cuestionarse si la sostenibilidad juega algún papel en el proceso logístico alimentario. Es cada vez más común ver que en España, un país productor de mucha fruta y verdura, se consume mucha fruta y verdura de importación. Aquí también juegan un papel importante los gobiernos y las políticas, pero no voy a entrar en eso. Solamente es una cuestión clara de mercado. El mercado extranjero está dispuesto a pagar más por la producción española. Y los productores venden fuera para poder vivir en igualdades económicas con el resto de la sociedad que les rodea.
Esto implica una cantidad de coste logístico asociado a comerse una fruta en Barcelona que viene de Ecuador o de Etiopía. Coste logístico que actualmente se cubre con barcos, camiones y furgonetas que principalmente consumen petróleo y emiten CO2. La producción local de “proximidad” es considerada en Barcelona los productos de Lleida o Valencia. Que se concentran en un gran mercado como Mercabarna que distribuye después a la última milla.
El Futuro
Cuando la última milla no es un almacén, es una fábrica.
La predicción a 10 años es que la industria de la “fabricación de vegetales” tendrá la necesidad de producir en la última milla. En vez de tener un almacén de distribución zonas como Mercabarna podrán ser reconvertidas en grandes fábricas de producción de vegetales. Una industria totalmente nueva adaptada a la 4ª Revolución Industrial donde hectáreas de terreno industrial podrán producir un 800% más alimentos que las actuales zonas agrarias.
Una sola fábrica puede crear un entorno controlado donde se generen las mejores condiciones posibles para la fabricación industrial de vegetales ecológicos y sin pesticidas a gran escala. Sistemas robóticos pueden almacenar las plantas en altura, mover las placas donde crecen, plantar las semillas y recolectar las lechugas en su punto exacto de maduración. Con un personal mínimo altamente cualificado se podría llegar a producir ingentes cantidades de comida a menos de 50 km de las grandes ciudades. Gracias a tener una fábrica sellada con un entorno totalmente controlado se evitan las plagas lo que genera una producción ecológica constante. Se mejora el consumo de agua que puede extraerse de la humedad ambiental y ser reciclada con procesos de purificación y oxigenación. Y el reparto en la última milla puede ser mediante vehículos cero emisiones de CO2.
La 4ª revolución de una industria necesaria
Muchos inversores y emprendedores, entre los que me incluyo, a veces nos complicamos en exceso planteando futuros con necesidades nuevas. Pero hay algo en el ser humano que ha necesitado, necesita y necesitará siempre: comer. Si ya queda claro que el futuro es predominantemente sin carne, la producción de vegetales será la base alimentaria. Y las futuras fábricas de comida de agricultura vertical van a generar todo un impacto económico que podría considerarse toda una industria en sí misma. Los productores de vegetales los primeros, ingenieros agrarios con ideas innovadoras de producción sostenible, empresas de creación de energía limpia, sistemas de absorción de agua del ambiente, purificadores y oxigenadores de agua, nutrientes y luz. Así como toda la industria robótica y de automatización industrial que harán que estas fábricas puedan aumentar de una forma exponencial la cantidad de comida producida por cada hectárea con un personal mínimo.