Según la Wikipedia, un inventor escocés llamado Alexander Bain recibió la patente del FAX en 1843. Se introdujo el primer servicio comercial de fax en 1865. Y tras la clase de história, hay que decir que actualmente en pleno siglo XXI, el FAX sigue siendo un imprescindible para muchas empresas, y entidades públicas. Tras esto hay que hacer la reflexión sobre el hecho de que en el año 2012, el año de los smartphones, las tablets, los coches eléctricos, y la comida deshidratada, aún exista un exceso de «necesidad» sobre una tecnología que tiene 169 años. Con esto solo me queda desear la Muerte al FAX.
Teniendo en cuenta las necesidades actuales de reducción de costes, de agilizar y aumentar la productividad en TODOS los ámbitos, se hace de vital importancia eliminar la necesidad excesiva que existe sobre una tecnología y un aparato arcaico y desfasado como es el FAX. En muchas ocasiones las comunicaciones con ciertos organismos oficiales y en ciertas empresas, solo tienen validez si estos son enviados por FAX. Esto se hace así, porque se tiene la idea de que es muy fácil de falsificar un e-mail, ya que «internet es el diablo» y como si falsificar una página por FAX fuera excesivamente difícil.
No veo que diferencia puede haber en el envío de un archivo por FAX, e-Mail o incluso mediante un DM de Twitter. Lo que interesa al fin y al cabo es la información. Uno en una punta del planeta tiene la necesidad de hacer llegar a otro en otra punta del planeta un documento. Si esto lo hacemos con la mayor velocidad posible, evitando el gasto indiscriminado de papel, conseguiremos reducir costes, ser más ecológicos, más productivos y dejar que las tecnologías arcaicas sigan su rumbo y mueran, dejando paso a las tecnologías más actuales. Y si además eliminamos un aparato de nuestra oficina, que necesita una línea de teléfono totalmente dedicada. Además de eso, la humanidad habrá conseguido un gran paso, evolucionar tecnológicamente.