El otro día en una charla sobre la productividad de este país surgió en la conversación una variable de la que se habla bastante poco. El Analfabetismo. A nadie se le ocurriría en el sistema empresarial actual contratar a alguien que no supiera coger un lápiz y escribir. Con mejor o menor caligrafía, o con mejor o menor estilo literario. Pero es un imprescindible saber leer y escribir para poder llegar a ciertos puestos de trabajo. Aceptando esta premisa la conversación derivó en una pregunta bastante lógica: ¿Se puede dirigir una empresa si no se tiene ningún conocimiento de Internet? A este tipo de individuos se les llama: «El Analfabeto Digital».
Lo primero sería definir lo que es un Analfabeto Digital. Sería ese tipo de individuo que no tiene ni la menor idea de que es internet, o si tiene una idea, es mayoritariamente equivocada. De esa gente que cuando le envías un e-mail tienes que llamarlo después para que encienda el router y proceda a descargarse el e-mail, una vez descargado al programa de correo, aprieta el botón de imprimir, y cuando tiene tu mensaje impreso en mano es cuando se dispone a leerlo. Luego dicta la respuesta a su secretaria para que esta te haga llegar la respuesta, o directamente llama por teléfono, porque: «No se puede hablar de negocios por mail». Llegados aquí, queda bastante claro que es un Analfabeto Digital. Ejemplos hay muchísimos, y los que tenemos la «suerte» de trabajar en «esto del interné» tenemos mil anécdotas graciosas que contarnos compartiendo un café. Todas estas anécdotas son bastante graciosas entre la gente del mundillo, pero en el fondo son la base de un problema real y muy grande de productividad en el tejido empresarial.
El problema del Analfabetismo digital viene en gran medida cuando además es Empresario. Puede ser un proveedor, algún cliente o lo peor de todos, el director general de vuestra empresa. Que los analfabetos digitales existan ya es problemático, que no tengan intención de corregirlo lo es más, pero que éstos sean los que ocupan puestos importantes en las empresas y sean éstos los que toman las decisiones estratégicas de la empresa, es un problema para ellos, para su empresa y a la vez, un gran problema social.
Para muchos de estos empresarios, «el interné» es eso que usan sus hijos para no estudiar, para entretenerse, o para ver porno. Este tipo de individuos no ven utilidad alguna en formarse digitalmente. Y a su vez, gastan mucho dinero en material informático y tecnológico de primer nivel porque les han dicho que así aumentarían la productividad de su empresa, pero no se gastan ni un solo céntimo ni minuto en formarse digitalmente. No se forman ellos ni forman a sus empleados. Y también en muchos casos, los empleados formados son «obligados» a trabajar de forma ineficiente porque la estructura de la empresa está mal formada.
Si los que compraron los primeros coches, éstos fueron empujados con caballos, el avance es nulo. La fórmula de éxito no es solo adquirir los mejores materiales tecnológicos, también hay que saber usarlos. Las herramientas están para ayudarnos a trabajar. Y las herramientas que entorpecen nuestro trabajo, son una molestia. Es por eso que hay que tener presente que para no fracasar en un negocio, hay que saber innovar, actualizarse y estar al día, de todo. Investigar cuales son las herramientas del futuro, antes de incorporarlas a la empresa. Y tener siempre en cuenta que hay que formar a todo el personal de la empresa antes.
Pagar a una empresa «famosa» miles de euros en una página web, para luego no sacarle provecho, es un gasto. Las páginas web necesitan mantenimiento y actualizaciones. Igual que los coches, de vez en cuando hay que llevarlos a revisión. E igual que los coches, la mayoría usan profesionales reconocidos con talleres propios, o concesionarios oficiales donde compraron el coche. Pocos llevan el coche al hijo de un amigo mío que se ha comprado una llave inglesa.
Es absurdo intentar dirigir una empresa hacia la apertura del nuevo mundo 2.0 cuando no se entienden los conceptos básicos de la era digital. Y no hace falta que la empresa tenga que ver con Internet, ya que hoy en día, todo está en internet o no existe. Y si es usted empresario, y su negocio tiene que ver con vender manzanas, no crea que internet es algo ajeno a su negocio. Puede ayudarle, facilitarle la vida, y si lo usa correctamente, seguramente aumente sus beneficios.